El miércoles dimos una clase-resumen de lo que habían dado los que llevan desde el principio de curso en la carrera. Dividiré la clase en las tres partes diferenciadas que dimos, y lo desarrollaré un poco. La primera de estas partes de las que hablo, fue el discurso, y de esto hablaré en esta entrada.
EL DISCURSO:
En esta parte aprendimos cómo debemos exponer, o dar un discurso. Me pareció algo interesantísimo ya que muchas veces, no nos enseñan como hacerlo, y somos unos neófitos hablando en público. Además, esto nos va a venir genial para las demás asignaturas, y me atrevería a decir, que para toda nuestra vida.
Lo dividimos en tres partes: la comunicación no verbal, la dicción y el orden del discurso.
La primera parte es la más importante. Muchas veces pensamos que lo que más transmite es la palabra, pero no es así. En un discurso, exposición, etc, lo que más cuenta es la comunicación no verbal. Entre un 70% y un 80% de lo que transmitimos lo hacemos con todo menos con palabras. La profesora nos dio unas pautas para hacerlo bien.
La mirada es muy importante. No es lo mismo hablar con alguien mirándole a los ojos que mirando hacia cualquier parte, por lo que es bueno hacer un recorrido visual por todo el público. La mirada, además, también es un sistema de énfasis.
La postura. Mantener una postura adecuada. Una postura que nos ayude a transmitir lo que queremos. Hay que evitar sentirse inseguro, porque eso nos podría destrozar el discurso, y además, hace que evadamos un poco la atención, ya que no es bonito mirar ni prestar atención a alguien que parece que quiere salir corriendo. Pero por encima de esto (y más importante): Hay que evitar las posturas chulescas, ya que a ninguno nos gusta escuchar a alguien que se cree que lo sabe todo. Además, nos dio trucos para controlar los brazos, que al hablar en público, muchas veces se convierten en nuestros enemigos. Nos dijo que sería bueno tener algo entre las manos, como por ejemplo, unos pequeños apuntes o un bolígrafo. Y que si nos tiemblan las manos, peguemos los codos al cuerpo.
Y el truco más importante... SER UN POCO NIÑOS.
La dicción. Por como habla alguien podemos saber como está, o como se siente. Por lo que hay que hablar tranquilamente. Ni muy rápido porque no nos van a entender y además se nota que queremos acabar cuanto antes, ni hablar muy lento, porque crea monotonía. Hay que modular la voz, el volumen y la velocidad. Ser un poquito intérpretes ayuda a mantener la atención al hablar. Además, algo que es muy importante y que no suele hacer la gente es utilizar los silencio. Un silencio bien colocado nos ayuda a pensar y a sintetizar lo que escuchamos. Y el silencio también se puede utilizar para dar énfasis. En estos aspectos tenemos que ser muy auto críticos, y un ejercicio muy bueno para mejorar en todo esto es grabarnos y corregir los errores que tenemos.
Y el orden del discurso. Se divide en tres partes. La primera tiene que ser de memoria y en ella nos tenemos que presentar, agradecer y resumir lo que vamos a decir. En la última indicamos que nos despedimos, volvemos a agradecer, esta vez por escucharnos y si queremos y podemos.. Poner un broche. Y la segunda parte también la dividiremos a su vez en otras tres partes. La primera y la última van de memoria, y al principio ser orienta el trabajo. En la parte central nos podemos ayudar de las nuevas tecnologías y demás recursos de los que dispongamos.
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